jueves, 24 de enero de 2013

Las corazas pesan.


"He llevado esta armadura oscura desde hace tanto tiempo que ya no queda una gota de luz en mí." 
                                                                                  - Cecil, Final Fantasy IV

¿Nunca os habéis sentido aislados? Como si llevaseis una armadura en el pecho, alrededor del corazón. Una coraza que día a día se hace más dura. Con odio, con hastío... en vez de acero.

Tuve el placer de conocer a una señorita en el bar el otro día. La invité a una doble de ginebra, parecía triste... Me senté a su lado y empezamos a charlar.

No recuerdo su aspecto, pero sus palabras danzan ante mí como si tuviesen vida propia:

"Mi coraza ya está grabada..."

Su coraza... Doy un trago y asimilo el concepto.

Recuerdo al señor Wilhem Reich, muy apropiado en este momento su nombre y parte de su obra:

"Desarrollo la terapia [...] concebida para liberar las tensiones de la coraza caracterológica, producto de los impulsos sexuales y emociones reprimidas. Cada individuo se crea una coraza mediante hábitos corporales y actitudes, con el fin de protegerse tanto del mundo externo como de sus propios deseos e instintos."

Quizá le hubiera ayudado escuchar esto de boca de un extraño, pero no soy de los que dan consejos ni pautas. Nadie lo creería, yo ya estoy roto. Sólo sé escuchar y hundirme en mis pensamientos...

¿Por qué nos acorazamos? 

Asumimos realmente que no podemos cambiar el pasado, pero no dejamos de joder nuestro presente y de alejar nuestro futuro con esa actitud.

Doy otro trago.

Realmente ella estaba hundida. 

Y es que las corazas pesan. Porque te protegen de los golpes más débiles y entonces sonríes con superioridad sintiéndote invencible.

Y en un segundo llega "el golpe".

Alguien te desarma. Se planta delante y recibes el golpe más doloroso de tu vida, tu coraza es papel pero se clava en tu corazón, como un cuchillo caliente en mantequilla.

Te das cuenta que ese "alguien" va sin protección, lleno de heridas.

Pero con una sonrisa espléndida.

"-¿Por qué no llevas coraza? Estás lleno de heridas, podrías haberlas evitado. En una guerra, si no llevas coraza, estás muerto."

"-¿Sí? Todas estas son heridas leves, se curarán. Me han hecho aprender. No llevo coraza porque pesa. Me hace más lento. Todos los demás la llevan y no pueden moverse. Se cansan antes. Se arrastran. Y si se les rompe la coraza con un golpe, se les clava y acaban muriendo."
 
Pagué la cuenta y me fui.

Soy un tipo lleno de heridas, no todas a la vista. Pero me liberé de mi coraza hace años, con un mal golpe que me dejó desarmado ante alguien más fuerte que yo, que me dio por muerto.

Pero sobreviví. Más sabio. Más fuerte. Mejor.

Desde entonces, lucho sin coraza y me entrego en cada combate.

Desde entonces, estoy vivo.




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